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Cómo empezar a ir recto ( aprendizaje )

Introducción.

El proceso de aprender a llevar bien el coche es más o menos largo, pero no debe desanimarnos. Puede que nuestro primer contacto sea en un circuito donde corren pilotos experimentados, y tengamos la sensación de que será imposible alcanzarles, pero cuando ellos aprendían también se les decía "cuando vas por la recta, parece que vas buscando aparcamiento". El no poder ni ir recto por las rectas es algo perfectamente normal cuando se empieza, y poco a poco se supera.

Pero no nos debemos dejar llevar por algunos vicios:

  • Cuando se empieza, es totalmente intranscendente el buscar la última monería. Hay quien cuando monta su primer coche se está preocupando ya en cosas como tornillos de aluminio o ejes de titanio. Esto, de llegar a notarse, sólo debe preocuparnos si alcanzamos finales de carreras, y hay un largo trecho hasta ello.
  • Puede que ante iniciales fracasos tendamos a echar la culpa al coche. Si vemos que otros llevan un coche similar sin problemas, deberemos hacer una cura de humildad e insistir en el aprendizaje. No obstante, puede que tengamos algún reglaje mal, por lo que conviene que otro con más experiencia pruebe nuestro coche, o lo ajuste para que sea fácil de llevar, más que competitivo y nervioso (esto suele ocurrir si el avance de pivote de la dirección es escaso).

Nótese que contrariamente al aeromodelismo, donde tendremos que aprender acompañados de un experto que nos despegue y aterrice el avión, podemos, -con reservas-, aprender solos; si intentamos despegar sin saber un avión, de llegar a hacerlo, probablemente lo destrozaremos.

Lo primero que veremos al aprender es que si el coche se aleja de nosotros, al mover dirección a derechas torcerá a derechas, pero si se acerca ocurrirá lo contrario. Asimismo, puede que cuando queramos frenar aceleremos, y al revés. Estas confusiones duran poco, y el control se hace intuitivamente y sin pensar, y no deben preocuparnos.

El proceso de aprendizaje de la conducción debe ser paralelo al mecánico. En paralelo a nuestros fallos de conducción deberemos tomar nota de los mecánicos: tornillos que se aflojan, motores que se paran, piezas que se rompen, etc. Debe verificarse siempre la puesta a punto.

Debemos evitar coger desde el principio vicios, tal como no llevar continuamente los dedos apoyados en los mandos de la emisora, vicio frecuente en quien usa emisora de palitos.


Proceso de aprendizaje.

Los hitos que deberemos superar son:

  • Dominar intuitivamente los mandos. Ello puede hacerse ensayando solos en un aparcamiento (pista) o descampado (todo terreno), siempre y cuando haya suficiente seguridad. Empezaremos haciendo óvalos y luego ochos, hasta que no tengamos problema en dirigir, acelerar y frenar el coche, independientemente de su orientación respecto a nosotros. Esto lleva varias horas o sesiones.
  • Correr en circuito. El pasar de un aparcamiento o descampado a un circuito es una interesante experiencia: aunque dominemos perfectamente el coche en un sitio abierto, no lo podremos hacer inicialmente en un circuito: continuamente alcanzaremos las líneas de arcén, y tendremos que frenar y enderezar. Conviene que esta fase de aprendizaje la realicemos solos, sin molestar a otros, o que otro que vaya mucho más rápido choque contra nosotros. Esto también lleva varias horas, pero resultará gratificante observar tiempos por vuelta al principio y cuando ya dominemos el circuito.
  • Dominar la trazada. Consiste en perfeccionar la fase anterior. Nosotros mismos deberemos saber cuando vamos bien o mal, con suavidad y buen ritmo, o con pasadas de frenada y salidas de trazada; no obstante, ayudará el que otro nos tome tiempos. Debemos insistir en no cometer fallos, ni mucho menos salirnos de la pista; cuando compitamos, un trompo, golpe, o salida de pista hará inútil haber estado muchas vueltas sin cometer fallos.
  • Correr con otros. La primera experiencia de estar en circuito y ver que hay otros coches en pista, que ocupan nuestra trazada, también es impactante. Es recomendable intentar seguir a un piloto experimentado, intentando trazar como él traza. En esta fase, deberemos aprender a compartir el circuito, no perdiendo el control cuando coincidamos con otro coche, y sobre todo, no debemos ir "ciegos" por el circuito.
  • Adelantar. Esto no consiste en apartar al otro coche de un golpe, sino en seguirle, esperando un fallo, esperando una oportunidad para colarnos sin violencia por el interior, esperando a adelantarle por motor en recta o a salida de curva, o simplemente a que nos ceda el paso.
  • Correr con total regularidad. Más que intentar hacer vueltas muy rápidas, debemos insistir en no cometer fallos y mantener el mismo ritmo. No tenemos más que observar una final, y observar como los que se disputan la victoria corren sin fallos, y pueden estar muchas vueltas a un metro uno de otro, sin tocarse ni molestarse.
  • Participar en la primera carrera. Esto debemos hacerlo inmediatamente que notemos que no vamos a ser un estorbo, y cuando nuestra preparación mecánica es suficiente. La tensión de arrancar el coche precisamente cuando nos toca, de darse cuenta de la importancia de tenerlo a punto, de que un simple golpe o fallo nos puede dejar fuera, de que nos toman tiempos y esto nos compara con los demás, etc, nos hará aprender rápidamente. La participación en una carrera, con todo lo que conlleva, equivale a varias semanas de entrenamiento y prueba, y deberemos hacerlo lo antes posible, como decimos, cuando notemos que no vamos a ser un estorbo. La organización de la carrera debe preocuparse de emparejar en las mangas eliminatorias a pilotos de nivel similar.
  • Mejorar en los resultados de carrera. Aunque mejoremos los tiempos por vuelta, debe ser necesario que insistamos en correr sin fallos, y paralelamente incidir en la mecánica para obtener buenos resultados. Téngase en cuenta que un piloto, por ejemplo, que haga una manga de 5 minutos sin fallos, y otra también sin fallos en que mejore su tiempo en 5 segundos, habrá mejorado su clasificación notablemente, posiblemente con sólo unas tres décimas de mejora por vuelta, lo cual es mucho; se comprende cómo una salida de pista, toque con otro coche, vuelco o trompo hará inútil esa mejora. Es importante una buena coordinación con el mecánico, y prestar atención a la rapidez en el repostaje en las modalidades de explosión.
  • Ganar. Aunque sean muchos los que corren, son pocos los que llegan a ganar alguna carrera, pues esto requiere:
    • Correr rápido y sin fallos, con regularidad absoluta.
    • Excelente puesta a punto mecánica, incluyendo rápidos repostajes.
    • No ir "ciegos". De nada sirve ir el primero, si al encontrarnos con un doblado no le adelantamos limpiamente. El que gana ha ido mirando siempre por delante de su coche, para eludir obstáculos y hacer una carrera limpia.
    • Concentración total durante toda la final. El que gana no es, con toda seguridad, el que más ha vociferado desde el pódium, sino que seguramente ha estado calladito.
    • Suerte, o ausencia de mala suerte. Pero la buena suerte es de quien la busca.

Mejoras en el pilotaje.

Curvas varias No es un secreto que para mejorar tiempos hay que:
  • Frenar lo más tarde posible (apurar frenada).
  • Frenar lo menos posible.
  • Acelerar lo antes posible.
  • Ir por la trayectoria ideal, ciñéndonos lo más posible al interior de la curva.
  • No derrapar ni hacer cambios bruscos de dirección.

Se incluyen diversos ejemplos de curvas, en que se indica la trayectoria ideal, siempre con reservas, pues las condiciones del circuito, particularmente los de todo terreno que sufren un gran deterioro, pueden variar.

Insistimos en que se debe perseverar en la conducción, y en paralelo en la puesta a punto general del coche. Debemos verificar la regularidad de nuestro ritmo, y si los cambios que hagamos al coche producen ganancias o pérdidas de décimas.


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